En 29 días sólo una vez comí con cuchillo y tenedor, en un restaurante italiano. Todas las demás comidas fueron con palitos. Bueno, cucharas cuando hubo sopas, y alguna que otra cosa con la mano. Cada vez que como con palitos recuerdo a David Kamt en un chifa de la calle Capón en Lima, diciendo que los occidentales “comemos con armas”.
Y en este achinamiento culinario sigo probando comidas de las distintas regiones. He experimentado las delicias de Xinjiang, una región ubicada al oeste del país, predominantemente musulmana, con etnias de origen turco, de idioma y escritura diversos al chino (más parecido al árabe). La comida de esta provincia también tiene toques más propios de medio oriente, y alguna influencia también de la cocina india.
Diferente y deliciosa.
Y en este achinamiento culinario sigo probando comidas de las distintas regiones. He experimentado las delicias de Xinjiang, una región ubicada al oeste del país, predominantemente musulmana, con etnias de origen turco, de idioma y escritura diversos al chino (más parecido al árabe). La comida de esta provincia también tiene toques más propios de medio oriente, y alguna influencia también de la cocina india.
Diferente y deliciosa.
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